En los últimos tiempos, los hosteleros y principalmente los touroperadores  se han hecho eco de la necesidad de cambiar el modelo de negocio estancado en el “todo en uno”, donde no existía  una especialización o diferenciación del producto,  con el cual atraer o explotar su verdadero público objetivo.

Por ella cada vez más los touroperadores están desarrollando conceptos vacacionales acordes a los estilos de vida de determinados segmentos. Es decir, a través de un estudio de vuestro  público objetivo donde se diferencia vuestra clientela,  se posiciona en función del tipo de público que os pueda aportar mayor rentabilidad teniendo en cuenta la situación geográfica. Por ejemplo,   el Ushuaia Beach Hotel (Ibiza) destinado a un público seducido “únicamente “ por la fiesta  ha sido un caso de éxito de ventas, gracias a su posicionamiento de segmentación.

Sin  hacer uso de las prisas este posicionamiento tendría que ir incrementando. Este proceso de calidad necesita un tiempo adecuado para conseguir un mayor éxito.  La expansión sin tiempo de espera y sin el uso del raciocinio puede presentar secuelas en el futuro.  No se llega a ofrecer nada interesante cuando se dispone a  complacer a todo el mundo, a todas las  mentalidades e incluso a todas las nacionalidades.

Cuando hablamos de transformar conceptos (hoteles) hablamos de transformar todo lo indispensable para el nuevo público objetivo especializado. Se trata de ofrecerle sus pasatiempos, comidas, diseños, necesidades…  A la larga esta estrategia basada en la diferenciación y en la construcción de  crear marcas exclusivas tendrá que pesar en la mayoría de los hosteleros. Hoteles para familias con niños, hoteles para adulto, hoteles para fiesta, hoteles para ecologista…. Son algunas de las tendencias que ya se pueden encontrar en el mercado.

Esta política de crear marcas exclusivas para el uso de clientes exclusivos se empieza a consolidar en el mercado internacional.